lunes, 14 de enero de 2013

Tabasco no se volverá a inundar

César Mejía Ruiz.- En pleno reconocimiento a las coincidencias programáticas para solucionar los problemas en el tema del agua en la planicie tabasqueña, el presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Arturo Núñez Jiménez pusieron en marcha el Programa Nacional de Prevención Contra Contingencias Hidráulicas en donde tendrán responsabilidades los tres órdenes de gobierno. De inmediato el ejecutivo federal dio instrucciones para que en este primer semestre del año quede concluido de una vez por todas la compuerta del Macayo; obra que ya tardó la federación once años en construir. El presidente Peña Nieto resaltó el aspecto de la prevención, indicando que la mejor manera de hacer frente a los riesgos de inundaciones futuras, no es corriendo por carriles distintos, separando el trabajo sino el realizar estas labores en conjunto. Es obligación, agregó, del gobierno federal poner al día a los mexicanos con los mecanismos con que se enfrentarán las contingencias climatológicas. Subrayando que los municipios y los estados tienen que poner atención en contar con cárcamos en buen estado, para desalojar oportunamente las aguas y evitar anegaciones en los municipios, dijo el ex gobernador del Estado de México y hoy presidente de la república. Es de esa manera como trabajando en la prevención, con sistemas de alerta temprana, se puede actuar ante los riesgos provocados por las grandes lluvias y no solamente trabajar en las soluciones después de ocurridas las precipitaciones. La segunda línea del programa, añadió, es la revisión de los programas y protocolos en caso de desastres, los que no deben ser atendidos por separado en cada instancia de gobierno, antes bien tiene que ser concertados entre los tres órdenes de gobierno. La tercera acción que contiene el programa es evitar los asentamientos humanos en zonas de alto riesgo de inundaciones. En el marco del Programa Nacional de Prevención Contra Contingencias Hidráulicas, Enrique Peña dio instrucciones al titular de la Secretaría del Medio Ambiente Juan José Guerra Abud a reforestar zonas altas como una medida de prevención, para evitar la erosión que azolva los cauces de los ríos. En ese mismo tenor autorizó al director general de la Conagua David Korenfeld a firmar un convenio de competencias con el gobierno de Tabasco para actuaciones integrales, además de revisar las obras hidráulicas en el estado. Es un trabajo conjunto de los órdenes de gobierno, señaló y para lo cual la federación a dispuesto un presupuesto de mil 400 millones de pesos. Al reiterar su respaldo al gobierno estatal para trabajar de manera coordinada en la solución de los problemas hidráulicos, Enrique Peña dijo que de acuerdo a datos de la Cepal, la entidad ha tenido pérdidas por 57 mil millones de pesos del 2007 al 2011 a causa de las inundaciones. En tanto, el gobernador Arturo Núñez Jiménez correspondió al entendimiento con el presidente, comenzando por agradecer los apoyos eficaces y oportunos para concretar la inversión en diferentes rubros y contemplados ya en el presupuesto 2013, además el apoyo para hacer frente a la crisis emergente en el Sector Salud así como para disponer de recursos en el arranque de la administración pública estatal. Con voz firme, el gobernador tabasqueño refirió que: “Hay responsabilidades compartidas; nunca más un ordenamiento territorial y el manejo del suelo deben hacerse aisladamente, nunca más permisos para fraccionamientos en áreas vulnerables, y nunca más obras que tarden 11 años. Apreciamos la voluntad del director general de Conagua David Korenfeld Federman y debemos ver al agua como el gran aliado que es para el desarrollo de México y de Tabasco”, apuntó el gobernador. No omitió el mandatario tabasqueño de extracción perredista mencionar el gusto de que el presidente de la república, de militancia priista, Enrique Peña se encuentre en su primera gira de trabajo en la entidad a 45 días de asumir la presidencia. Núñez Jiménez consideró que debe rescatarse el conocimiento de ex integrantes de la Comisión de la Cuenca del Grijalva, a lo que el ejecutivo federal respondió en el mismo acto que está de acuerdo en esa propuesta. En el evento efectuado en el Centro de Convenciones de Tabasco 2000, al que asistieron invitados alrededor de dos mil personas, el gobernador también subrayó que tiene que modificarse el reglamento que indica que a 50 metros de la ribera de los cuerpos de agua no puede establecerse actividad humana y citó al poeta Carlos Pellicer que dice que el suelo tabasqueño todavía no se establece. Además el traslado de familias que estuvieron asentadas en zonas de riesgo a los nuevos fraccionamientos se hizo de manera desordenada, cambiando la manera de vivir de varias generaciones de tabasqueños, trayéndoles incluso problemas depresivos. Por lo que señaló que esto no volverá a ocurrir. No queremos más tabasqueños de primera ni de segunda todos iguales, resaltó al referirse que pugnará porque las obras no solamente beneficien a la capital del estado, también a los municipios aledaños que es donde se derrama el agua para que no llegue a Villahermosa. “El agua no es solo tema de desalojo y drenaje, también es de conservación”, dijo el mandatario tabasqueño, quien acotó que aun al tener mucha agua no se encuentra en el lugar ni en el tiempo en que se requiere, por lo que se hace preciso la aplicación de sistemas de riego para la producción agropecuaria. Finalmente el presidente encomendó a Pemex, CFE y a la SCT a quitar toda instalación que afecte el curso del agua y provoque inundaciones a los tabasqueños, resaltando que primero está la vida de la gente.

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